jueves, 29 de abril de 2010


...siento esa extraña necesidad de decirte cuanto te amo todo el tiempo...

domingo, 25 de abril de 2010

Virginidad


hoy perdi mi virginidad...

Fue super lindo....

viernes, 23 de abril de 2010


Porque cuando te vas....

Entro a mi cuarto y comienzo a llorar
.

lunes, 12 de abril de 2010


La princesa y el Ángel

Era se una vez, una joven princesa. Todos la veían muy alegre, cariñosa y tierna, pero todo eso era un disfraz, porque aunque no lo crean, las princesas también sienten aflicción, y esta princesa sentía un enorme sufrimiento en su interior. Cuando estaba sola lo único que sabia hacer era llorar y auto dañarse, creyendo que así olvidaría el dolor psicológico por el físico.

Todo su reino era gris, no había color alguno en su vida. Solo quería desaparecer y no volver nunca más a ese maldito reino oscuro.

Un día se encontraba en su apesadumbrado y frío jardín, cuando sintió una extraña presencia y se dio cuenta de que no estaba sola, por lo que fue a investigar y se encontró con un ángel inconciente, este peculiar ser tenía su cuerpo lleno de cortes y heridas en sus alas, las cuales le impedía volar.

La joven doncella al ver a la criatura corrió a ayudarla.

Decidió esconderlo en su alcoba y cuando el ángel recobró la conciencia comenzaron a dialogar para conocerse. La princesa le pregunto por sus heridas y el ángel le contestó que representaban su sufrimiento, ya que, a los seres celestiales les aparecen heridas cuando sufren, a diferencia de los humanos que les sangra el alma.

Ella se dio cuenta de que el ángel sentía un gran dolor por lo que decidió confesarle lo que sentía en su interior.

Pasaron los meses y los dos confiaban mucho el uno del otro y lloraban juntos cada vez que sentían alguna necesidad.

Poco a poco la doncella fue sintiendo un gran afecto hacia el ángel, ya no eran solo amigos, si no que eran como hermanos, ya que el siempre la protegía y la aconsejaba para que al menos ella pudiera ser feliz.

Pasó el tiempo y ellos se hacían cada vez mas felices, hasta que llegó el día en el cual ya no sentían dolor alguno.

La princesa se dio cuenta de que el ángel era su gran salvador y fue el único ser que logró sacarla de ese reino oscuro y triste para así llevarla por el camino de la felicidad.